El tacto es el primer sentido que emerge en el útero.. Hacia la doceava semana desde la concepción, casi toda la superficie corporal del bebé es sensible al tacto, y como el feto patea y se flexiona, se toca su cuerpo, proporcionándose a si mismo una gran estimulación somatosensorial anterior al nacimiento.
Nuestros labios y manos tienen la mayor cantidad de receptores táctiles, y están localizados en las áreas más amplias de la corteza cerebral, lo cual puede dar cuenta de porqué a los recién nacidos les gusta chuparse sus dedos. (Eliot 1999, Klaus y Klaus 1998).
Las manos del bebé están frecuentemente en contacto con su cara desde aproximadamente la semana 14 de embarazo hasta luego del nacimiento, y los fetos han estado chupando sus pulgares desde tan temprano como la semana veinticuatro del embarazo.
El sentido del tacto se desarrolla en una secuencia de la cabeza al pie, de modo que la boca es la primera región en hacerse sensible. Aunque los recién nacidos rascan objetos con sus manos, no exploran activamente cosas con sus manos hasta que son mucho mayores. Los recién nacidos hacen la exploración con sus bocas.
La experiencia del tacto temprano parece jugar un importante rol en el desarrollo del cerebro
El tacto es muy importante para los bebés pequeños, y no justamente por el rol que juega en el desarrollo del cerebro. La investigación con niños prematuros muestra que los niños que recibieron un masaje diario ganaron peso más rápido, respondieron a los tests de comportamiento neonatal y dejaron el hospital antes de los que no lo recibieron (Elliot 1999). Pero los niños prematuros no son los únicos que se benefician con el masaje. El masaje terapéutico en infantes y niños ha probado bajar los niveles de stress, mejorar las pautas de sueño y
aumentar los niveles de atención (Field 1995).
El contacto físico a través del tacto es vital para el crecimiento y desarrollo del infante, y sin él los niños sufren doblemente, física y emocionalmente.
Para los futuros padres puede ser reconfortante saber que sus bebés se benefician del suave ambiente
que encuentran dentro del cuerpo materno y los flamantes papás pueden disfrutar en saber que cada toque de ellos, sea alzando, masajeando, palmeando (acariciando), acunando, bañando, alimentando o cuidando están contribuyendoal bienestar emocional y mental. 

Por Marcy White
Traducción: Irene Wainsztein