Posición Canguro

 

La posición canguro para realizar contacto piel a piel se sustenta en las siguientes características:

 

“Bebe colocado en posición vertical sobre el pecho de la madre, entre sus senos y en decúbito ventral, con un contacto directo entre las pieles de la madre y del hijo. La posicin debe proveerse de forma continua (sin interrupciones) y prolongada, llegando idealmente hasta 24 horas al día por tantos días como sea posible para el niño”.

 

 

 

 La posición ranita consiste en llevar al bebé o niño con las piernas abiertas alrededor de 45º con respecto al eje corporal (90º de apertura total entre las piernas), y las caderas flexionadas de manera que las rodillas queden a una altura ligeramente superior que las nalgas.

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La espalda va redondeada, manteniendo la curvatura incluso hasta las cervicales. Pero el bebé no va colgando ni flojo, la tela está suficientemente tensa como para darle soporte a cada zona de la espalda individualmente, de modo que toda la espalda del bebé va relajada y sin sostener peso. Así, se respeta la curvatura natural de la espalda del bebé recién nacido (o del que es más grandecito cuando se relaja y-o duerme). 

 Las rodillas van más elevadas que la cola  del bebé (en un ángulo de flexión de 100º), aproximadamente al nivel del ombligo del bebé. Además, se abren rodeando al portador, formando un ángulo aproximado de 90º entre ellas (45º abducción).

La cadera del bebé va basculada hacia delante, de modo que es el periné del bebé lo que apoya sobre el cuerpo del portador y no el pubis, protegiendo sus genitales. Esta correcta posición de la cadera es lo que permite que la espalda se redondee y que las piernas puedan cerrarse haciendo un ángulo de 90º grados entre ellas.

 

La cabeza del bebé va apoyada sobre el cuerpo del portador, y firme pero suavemente sujeta por el fular, de modo que la cabeza del bebé no puede descolocarse por un movimiento del portador. Tampoco puede bajarse de modo que toque la barbilla con el pecho, ya que la tensión de la tela y el cuerpo del portador se lo impide. Y esto, que la barbilla del bebé no toque con su pecho, es sumamente importante para evitar la asfixia del bebé. Las vías respiratorias de los bebés son muy “blanditas” debido a la inmadurez de su organismo. Además, se encuentran situadas muy superficialmente, de modo que, si la barbilla del bebé toca su pecho, es muy posible que las vías respiratorias queden bloqueadas o comprometidas.  

 

 

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