Por lo general la inmadurez que presenta un recién nacido pretérmino dificulta la adaptación a la vida extrauterina, por ejemplo en el control de la temperatura como en la respiración, por mencionar algunas de las dificultades. También aquellos RN que completan la gestación pero nacen con un peso por debajo de los 250 gramos, sufren de alteraciones durante el periodo de adaptación.

   El proceso de evolución y desarrollo en los niños nacidos enfermos y/o prematuros es muy complejo, ya que durante el periodo neonatal están en constante desarrollo las capacidades físicas, fisiológicas y emocionales.    Por ello, la estancia del niño prematuro en la unidad neonatal provoca efectos no deseados afectando no solo al recién nacido sino también a su familia. La exposición a u medio hostil, como es una unidad de cuidados intensivos, dificulta la organización del cerebro en desarrollo y a esto se agrega el impacto sobe ese mismo órgano de diversas prácticas neonatales que en algunos lugares se usan por demás.

   Además, los padres sienten un impacto emocional, que modifica el proceso de crianza”. En la evolución a mediano y largo plazo aparecen alteraciones del comportamiento, del aprendizaje, emocionales y dificultades sociales que quizás puedan prevenirse con la implementación de cuidados mas integrales que incorporen precozmente el contacto piel con piel y cuidados para el neurodesarrollo, integrando a la familia. Las modificaciones realizadas en el ambiente de la UCIN y las que se realizan sobre los cuidados del bebé prematuro han producido beneficios y una mejor evolución en el desarrollo posterior. Es fundamental, a la hora de mejorar los cuidados del recién nacido y su familia, tener en cuenta los factores nocivos y aquellos que afectan, favorable y desfavorablemente, el desarrollo:

   Los estudios revelan que los bebés prematuros pueden mantener su temperatura estable por tiempo más prolongado, mejorar su respiración y los latidos de su corazón cuando tienen más contacto piel a piel. Todas las UCIN deberían alentar el contacto piel a piel diario, durante un periodo mínimo de dos horas, tiempo necesario para lograr estabilidad y cubrir el tiempo de alimentación y sueño. Este contacto piel a piel, promueve vínculos afectivos, lactancia materna y reduce la estancia hospitalaria. Realizar este tipo de contacto por periodos muy cortos (< de 1 H) puede no resultar tan beneficioso.